Gran Recesión, un escapismo frustrado

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A día de hoy, aun cuando muchos economistas y políticos afirman haber superado la gran crisis producida en 2008 y el preámbulo a una nueva ruina, existen dudas acerca de si esta idea es del todo cierta; ya que, numerosos estudios, entre ellos, uno realizado por periodistas de la Cambridge Core afirman que la Gran Recesión sufrida en España y gran parte del mundo tuvo consecuencias, incluso más atroces que la Gran Depresión, en cuanto al aumento del desempleo y la caída del PIB se refiere. Además, actualmente el Brexit, el conflicto catalán y la aparición de nuevos partidos políticos han debilitado la situación.

Por supuesto, se han llevado a cabo mejoras como el aumento de las exportaciones para contrarrestar la caída de la demanda interior y se ha reducido la deuda. Sin embargo, aún continúa ocupando un gran porcentaje del PIB español, en concreto un 80% de nuestro PIB se corresponde a dinero que debemos a otros países. Por ello, se afirma, incluso, que la crisis europea se debe al exceso de deuda pública emitida por el Banco Central Europeo, lo cual hace que los países también ofrezcan títulos de deuda a sus nacionales.

A pesar de todo lo anterior, las principales flaquezas de nuestra economía se encuentran en el ámbito laboral y fiscal. La tasa de paro continúa siendo elevada y como apuntaba anteriormente las cantidades de deuda son superiores respecto a las de antes de la crisis. Para hacer frente a estas debilidades, el nuevo Gobierno español apunta a incrementar el IRPF y el impuesto sobre el patrimonio a las rentas más altas, además de aumentar la tributación de los carburantes, establecer un impuesto sobre las transacciones financieras y otro sobre algunos servicios digitales. Respecto a la primera medida, los asesores fiscales afirman: “Si un estado sube mucho los impuestos, la gente se traslada a otro”.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

Desde un artículo de Nada es Gratis, se aconseja al nuevo Gobierno español, así como a todos los demás países, que para salir de una situación de recesión es fundamental hacer frente “a los tres retos globales: el envejecimiento poblacional, la revolución digital y el cambio climático”. En concreto, España tendrá mayores dificultades para superar los dos primeros.

En primer lugar, porque la esperanza de vida española es muy elevada, gracias al clima y a la alimentación. Luego, el número de niños nacidos, la tasa de fecundidad es muy baja respecto al resto de países industrializados.

Por otro lado, España debería desarrollar puestos de trabajo que complementaran el trabajo de las personas y no dejaran obsoletos otros, aunque esto no siempre ocurre así.

Finalmente, para hacer frente al cambio climático, España lo tiene más fácil por formar parte de la Unión Europea (UE).

En definitiva, España deberá implantar una reforma fiscal para el progreso del país, una reforma de las pensiones para ajustarlas a la población, una reforma del mercado laboral que acabe con la alta precariedad y una reforma educativa que equilibre las oportunidades laborales y la movilidad social. Así, como mejorar las relaciones internacionales para implantar todas las medidas y reformas necesarias.

En conclusión, la situación nacional y europea son muy complicadas. Sin duda, queda mucho por hacer, para superar la crisis en una sociedad en la que los ciclos económicos son una realidad evidente.